Ven a quererme donde me escondo. Donde habitan los aullidos y los suspiros.
Ven a quererme donde quemo, donde se esconden los pecados.
Donde me canso de gritarte al oído porque no me escuchas, ven.
Ven a quererme donde duelo, donde ahogo.
Ven a decirme que te quedas, a acampar.
Donde amo.