sábado, 16 de noviembre de 2019

Agnus Dei

Y ahora dices que me quieres:
que todavía me quieres.
Desde el fango,
con los pulmones manchados de tierra
y las manos llenas de angustia,
de miseria.
Me quieres,
después de haberme atravesado por la espalda,
con ensañamiento y alevosía.
Después de la caída,
del aterrizaje forzoso,
después de la condena del Arcángel.
Y ya no veo nada que despeje el huracán,
que aleje el desastre.
No hay antibiótico que palie esta enfermedad,
pero tú rezas
que todavía me quieres.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Adiós

He vuelto a soñar contigo, y me he despertado sintiendo lo mismo.
Como si no hubieran pasado los días,
los años,
las heridas,
los flagelos.
Como si no hubiésemos convertido en ceniza todo lo que fuimos
y nos las hubiésemos soplado en los ojos para no ver el desastre.
Como si todavía estuviésemos en nuestro parque,
en nuestra cama,
en nuestro sofá.
Como si todavía existiera un pronombre
que nos nombrase como una,
siendo siempre dos.
Como si algún dia pudiésemos separarnos
sin sentir el vértigo que da perderse
a uno mismo.
Como si no fuese a faltarnos el aire cuando lo digamos.