miércoles, 28 de septiembre de 2016

Conjunciones.

Aunque no estés
aunque te vayas y no vuelvas.
Aunque te lo dejes todo tirado por el suelo
y hagas de mí pedazos de barro...
Aunque me rompas la cara y los huesos,
el corazón y los deseos
aunque hagas de mí hilos y los quemes.
Voy a jurarte amaneceres una y otra vez.
Una
y otra vez.
Una vez
y siempre.
Porque te sentaste al filo del acantilado
para esperar
a que volviese
con la brisa de la última luna llena
que ahora está en tu suelo
que ahora
es para ti.



domingo, 11 de septiembre de 2016

A ti, ya no.

Apuntálame a versos y besos este cuerpo que se derrumba de dudas. Ábreme cada herida si es para acariciarme por dentro, ponme tu nombre en cada costura, en cada grieta,
y cúrame tú.
Ojalá pudiese borrar todo lo que me he cincelado para que tú no te cortases los pies, ojalá no me hubiese roto tanto cada esquina y pudieses rozarme.
Voy a grabarme a fuego tus constantes vitales y a tatuarme tu mirada en mi nuca, para que cada vez que no pueda gritarte que vengas, nunca estés lejos,
ni fuera,
de aquí,
ni de mí.
Apuñálame por la espalda con la lengua y cóseme mis alas a tus tobillos
que voy a limarme los colmillos y las ganas de volar, porque desde hoy, voy a dejar de morder.
Siempre quise limpiar las huellas de quien entraba, para que nadie supiese nunca el camino, hice que que se fueran,
huí,
volé,
hice daño.
Y me lo hice a mí.
Estirpé todas las miradas de mi retina, me olvidé de todos y cada uno de los valientes que osaban acercarse.
A ti
ya no.
Ya, nunca.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Manifiesto de intenciones.

Aléjate de estas ruinas llenas de cascotes a punto de derrumbarse
si no quieres que te sepulten,
no dejes que te toquen estas espinas venenosas
si no ansías quedarte.
Coge las flores de este jardín que brota dentro de aquel oasis que construí cuando fuí isla,
son para ti
quédatelas hasta que vuelva,
hasta que se seque la hierba  y la pises haciéndola sonar bajo tus pies.
Arráncame la piel si hace frío,
y acurrúcate en mi esqueleto si llueve,
voy a darte mis llaves para que entres a mudarte,
ahí, un poco más
a la izquierda,
donde estás desde que eres
donde vivo desde que soy.