jueves, 15 de octubre de 2020

No voy a ser un muerto más

 Al volver a casa ya no estabas, 

sentí el vértigo, el vacío. 

La desesperación del que no quiere morir pero siente como se ahoga, y no puede respirar, nadar, 

vivir.

Hasta que se apaga su llama y no queda nada, ni un último aliento, que habrá perdido en el abismo del mar abierto. 

Tuviste que ver cómo me iba, 

cómo llenaba mi barca, 

para decirme que no me querías, que todo moría.

No me quitaste la pistola de la boca, y ahora soy otro más de esos que en el agua flotan.

Con la única diferencia de que yo; siempre sobrevivo.


miércoles, 8 de enero de 2020

Silencio

Se fue tan lejos que no pude ni ver cómo se marchaba,
ni siquiera tuve aliento
para pedirle el último beso.
No le dije que la quería,
no le dije que era la única,
que no iba a haber otra,
nunca.
Le grité,
le grité tan fuerte que después no pude respirar,
pero ya no estaba.
Ya no estaba,
y me había dejado un vacío tan grande
que incluso me ahogaba.
Solo escuchaba mi eco
que retumbaba
repitiéndome
una y otra vez:

la has perdido.
Eres imbécil,
tú has hecho que se vaya,
tú no has impedido que desaparezca.

A veces me vuelvo egoísta,
y me convenzo de que te dejé ir por ti.
Pero lo cierto,
es que nunca pude retenerte.
No tuve,
ni tengo
nada.