lunes, 16 de julio de 2018

Matamos las perdices

Una vez,
te regalé un alma,
mis dudas,
mis miedos,
mi vida.
Te regalé mi libro,
la esperanza,
mis inquietudes.
Te regalé mis manos,
mis ojos,
todas las caricias que puede soportar una piel.
Te regalé todo lo que decías que te faltaba,
lo que nunca te habían dado.
Y yo no sabía
que no te lo merecías,
que no todos los pasajeros de tu vida habían sido malos,
que todos los demonios eran tuyos,
que tú les echabas de comer
que tú rompías sus jaulas.
Que las sombras que te rodeaban eran tuyas
solo
tuyas,
pero ensombrecen a todos los que intentan darte un poco de luz.
Tú,
me diste desidia,
lágrimas,
ceguera.
Me convertiste en el alma más negra que se podía encontrar en el purgatorio,
en el naufrago con menos esperanzas del océano.
Y dejé de nadar,
rompí mi mástil
quemé mi vela,
y me senté,
Me senté a esperar, hasta que te maté de todos y cada uno de mis rincones.
Porque matarte, era la única esperanza de encontrarme.

domingo, 15 de julio de 2018

No lo hagas

No te vayas.
No te vayas.
Y cuando el frío llegue,
por favor no te vayas.
Tápame los ojos con tus manos
para que no me vea,
y no te vayas.
Cuando no sepa cómo convencerte de que lo hagas
por favor,
no te vayas.
Cuando no sepas nadar en toda esta tristeza
y te ahogues.
No te vayas.
Aunque no sepas cómo cerrar todos estos puntos,
no
te
vayas.

viernes, 13 de julio de 2018

Ya no sangro

La guerra,
el frío,
los miedos.
Mis monstruos,
no han vuelto.
No han vuelto desde que tú me coges la mano,
desde que tus dientes me calman,
ya no sangro.
Y es que si me he tenido que romper tantas veces
para que ahora vengas tú a salvarme,
ha merecido la pena.
Que nunca he querido que nadie volviese a pisar lo que estaba roto,
por miedo a cortarme otra vez las venas,
por miedo a que volviesen a abrir lo que tanto me había costado cerrar:
 a mí.
Pero mírame,
que me he dejado las llaves puestas,
y no quiero pedirte nada, tan solo que me vivas,
que me vivas como yo no he sabido hacérmelo.
Porque me echaba de menos,
te echo de menos
todo el rato.
Y ojalá nunca se nos haga tarde.

miércoles, 4 de julio de 2018

No me he perdido

Ahora.
Después de tanto tiempo dando bandazos,
viviendo a toda velocidad,
jugando con fuego.
Te veo reír.
Te veo reír a dos centímetros de mi boca
y sé que ya no hay vuelta atrás.
           No quiero huir.
Y me miras como nadie lo había hecho,
porque todas miraban por fuera,
pero tú me miras por dentro.
Ahora,
que si esto sale bien vuelvo a creer,
quiero aprender a querer
con las alas rotas,
con el miedo que da el frío
después de haberme quemado los dedos tantas veces.
Dime qué quieres encontrar tú en un alma triste,
que ya no sabe cómo suena el amor.
               Ven.
Que te prometo
que voy a pagarte todos los besos que te debo,
uno por cada herida
otro por cada miedo.


lunes, 2 de julio de 2018

Contracorriente

``Y si tú no sabes mirarte, déjame que te mire yo´´.

Quédate.
Siéntate cerca y espera,
a que limpie todo este desastre,
a que eche de mi casa toda esta tristeza que me queda.
Espera.
Mientras riego este jardín de amapolas que hace tiempo no querían volver a nacer.
Ahora,
van a ser para ti.
Quédate,
que voy a quemar todos los libros que me duelen,
que voy a hacerte un sitio bien dentro.
Dime qué te atormenta a ti,
porque voy a besarte cada puto demonio que venga a venderte dudas.
Que tus miedos hacen juego con mi ausencia
y tu risa le queda genial a mis heridas.
Que sé que tienes tantas costuras en las alas, como ganas de volar.
Y voy a cuidarte.
Para que saltes más alto que nunca,
para que nunca llegues tan lejos.