viernes, 13 de julio de 2018

Ya no sangro

La guerra,
el frío,
los miedos.
Mis monstruos,
no han vuelto.
No han vuelto desde que tú me coges la mano,
desde que tus dientes me calman,
ya no sangro.
Y es que si me he tenido que romper tantas veces
para que ahora vengas tú a salvarme,
ha merecido la pena.
Que nunca he querido que nadie volviese a pisar lo que estaba roto,
por miedo a cortarme otra vez las venas,
por miedo a que volviesen a abrir lo que tanto me había costado cerrar:
 a mí.
Pero mírame,
que me he dejado las llaves puestas,
y no quiero pedirte nada, tan solo que me vivas,
que me vivas como yo no he sabido hacérmelo.
Porque me echaba de menos,
te echo de menos
todo el rato.
Y ojalá nunca se nos haga tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario