viernes, 21 de septiembre de 2018

Siete vidas

A veces, todavía llevo arena en los bolsillos
de haber vuelto tanto a nuestra playa,
pero ya no tengo astillas en las uñas
de arañar su ausencia.
Porque cuando pienso en quedarme
solo con una vida,
siento tu presencia.
Y no puede ser casualidad,
que sea tu olor el que me sube por la nariz
cuando barajo la posibilidad de ser un simple mortal.
Mira,
que mi eternidad eres tú.
Y quiero,
poder decir que fui valiente,
que te agarré de las manos
y no dejé que nos cayésemos.
Que te besé la frente en el momento oportuno.
Que he conseguido,
que nunca vayas a olvidarte de mí.

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