lunes, 27 de agosto de 2018

Frío

Estamos luchando en una guerra de titanes tullidos,
que se resisten a hacerse humanos.
Yo no quiero ir.
Tú no quieres venir.
Al final,
vamos a morir
a manos de algún verdugo que perdió el corazón encerrado en una torre.
Y entre todos esos esqueletos sin corazón,
que no supieron luchar,
no nos vamos a encontrar.
Y te perderé.
Me perderás.
Y con toda la agonía que da el recuerdo
que no vuelve,
no podremos ni siquiera echarnos de menos.
En esta distancia de seguridad que no nos deja tocarnos,
todavía puedo gritarte,
aunque solo escuches un murmullo:
ven.
Ven y abrázame.
Que yo me estoy muriendo de frío.
Ven,
que me estoy ahogando con tanto hastío.

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