miércoles, 8 de agosto de 2018

Y yo, tampoco lo sabía

Tú no lo sabes,
pero memorizo cada mueca de tus labios cuando sonríes,
la forma en la que achinas los ojos cuando estás feliz.
Tú no lo sabes,
que tomo apuntes de cómo me miras cuando te pones nerviosa,
de cómo te tocas el pelo.
Tú no lo sabes,
pero lo que yo quiero es aprenderte,
para que nunca me haga falta verte para saberte cerca.
Tú no lo sabes,
pero me sentaría cada noche a contarte estrellas hasta que te duermas.
Tú no lo sabes.
Todavía.
Que lo que yo quiero es salvarte,
de todas
y cada una
de las hostias que tenga la vida guardadas para ti.
Tú no lo sabes,
que los excesos me perturban
pero cuando no estás;
te
echo
tremendamente
de menos.

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